El concejal de Medio Ambiente, Felipe Prieto, con personas voluntarias y creadores de la app Meow Metrics

El Espacio Joven acogió la primera reunión de coordinación entre los creadores de la plataforma digital que se empleará para la gestión de colonias junto con las personas voluntarias que hacen posible su control

Esta semana se celebró en el Espacio Joven de Marchamalo el primer encuentro de presentación de la nueva plataforma digital Meow Metrics, cuyo funcionamiento se aplicará para la gestión de las colonias felinas del municipio gracias a la participación del Ayuntamiento en el proyecto piloto que esta startup está lanzando a nivel nacional e internacional. Esta herramienta facilitará el diagnóstico de la situación de los gatos ferales del municipio, la gestión de sus colonias y la evolución de su población, con el objetivo de facilitar la labor de cuidado, salubridad y reducción del número de ejemplares que lleva a cabo el Consistorio gracias a la estrecha colaboración con la Asociación ‘CES FeliMarcha’.


El municipio de Marchamalo va a formar parte del primer proyecto piloto para la gestión digital de las colonias de gatos ferales que se lleva a cabo en nuestra provincia. Esta semana se celebró en el Espacio Joven ‘Manuel Manteca’ el primer encuentro entre la startup tecnológica que llevará a cabo la implantación del sistema de seguimiento y control de colonias, representantes municipales y las personas voluntarias implicadas en la gestión de las colonias existentes en la localidad. Además, también participaron en el mismo personas que colaboran en los programas de control de gatos ferales de otras localidades próximas, gracias a la implicación de la Mancomunidad Vega del Henares en la promoción de esta primera charla informativa.

Zoo Metrics es el nombre de la empresa que ha desarrollado la aplicación digital que se empleará de forma experimental en Marchamalo gracias a la implicación del Ayuntamiento en este proyecto, denominada Meow Metrics, la cual ya está también en funcionamiento en otras localidades de distintos tamaños en toda la geografía nacional y en otros lugares de Europa. Dos de sus fundadores, Diana Barrantes y Juan Manuel Taboada, participaron en la presentación de esta herramienta, explicando a las personas voluntarias su funcionamiento de cara a su próxima implantación para facilitar la gestión de las colonias de gatos comunitarios de Marchamalo.

En presencia del actual concejal de Medio Ambiente, Felipe Prieto, Barrantes no escatimó en elegios al programa de gestión de colonias felinas que viene aplicando el Ayuntamiento de Marchamalo desde el año 2020, en estrecha colaboración con la Asociación ‘CES FeliMarcha’, compuesta por personas que realizan esta labor de cuidado, control y vigilancia de las colonias de forma voluntaria y completamente altruista. Para el control de la población de gatos ferales en Marchamalo se aplica el método el método CER (Captura, Esterilización y Retorno) que la Ley de Bienestar Animal recoge como válido para su tratamiento y control, con el objetivo de ir reduciendo paulatinamente en su población a la vez que se evita que sean foco de enfermedades o insalubridad.

Con esta nueva aplicación digital, que nace de la experiencia previa de profesionales de la administración local y desarrolladores de software, se facilitará la labor de las personas voluntarias y su comunicación con las encargadas de la gestión de la evolución de las colonias, las cuales podrán añadir la información en esta plataforma en tiempo real, facilitando el control y la posibilidad de ver la evolución del programa CER y del censo de gatos ferales de forma muy sencilla y visual. Además, ofrece herramientas informativas, formativas y de certificación para las personas voluntarias participantes en el programa.

“Nuestro objetivo es, además de que sea sencillo introducir los datos relativos a cada colonia, tener una radiografía real de la situación de los gatos comunitarios del municipio, lo cual facilita el acceso a financiación y subvenciones de otras administraciones que ayudan a mejorar el cuidado de los animales”, apuntó Barrantes en la presentación de la herramienta, unos recursos que a los ayuntamientos les son esenciales para “ayudarnos a costear los procesos que aseguran que los gatos ferales estén en buenas condiciones de salud y controlados, de modo que se minimicen las molestias que pueden causar mientras se trabaja para reducir su población de forma ética y con conciencia cívica”, apunta Prieto, concejal de Medio Ambiente.

UN PROGRAMA QUE YA OFRECE RESULTADOS POSITIVOS

La implantación del programa CER para el control de las colonias de gatos comunitarios en Marchamalo comenzó en 2020, si bien la recopilación oficial de datos respecto a su situación comenzó un año después. En total, desde el año 2021, ‘CES FeliMarcha’ ha logrado esterilizar un total de 287 gatos comunitarios para evitar su reproducción, de los cuales 103 han podido ser dados en adopción para pasar a ser gatos domésticos sacándolos de la calle.

Con esta acción se ha logrado que de los 299 gatos comunitarios censados en Marchamalo en 2021 la cifra total existente haya descendido en cuatro años hasta los 179 gatos vivos en este momento, repartidos en 21 colonias, de los cuales 154 están esterilizados y no pueden reproducirse. Unas cifras que revelan la efectividad del trabajo que se está llevando a cabo en Marchamalo a través de esta asociación con el respaldo del Ayuntamiento de Marchamalo, si bien las conductas irresponsables que provocan la existencia de gatos ferales continúan produciéndose. En la actualidad las voluntarias de CES FeliMarcha tienen 4 gatos en acogida temporal, 2 de ellos abandonados por sus dueños en la calle dejándolos a su suerte. “Hechos como este, o costumbres como la de dejar que los gatos domésticos salgan de las casas libremente y sin castrar son el origen de la existencia de gatos ferales y de las molestias de sus colonias pueden causar”, ha señalado Prieto, que pide “responsabilidad”.

Desde 2021 la asociación ha invertido en esta labor más de 25.000 euros para la compra de jaulas para capturas, comida, refugios, materiales para su cuidado y atención veterinaria, siendo esta última su principal gasto. La totalidad de este dinero procede de fondos públicos, donaciones privadas y de los ingresos obtenidos en mercadillos solidarios promovidos por personas voluntarias.

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