Fiestas Taurinas (tercera semana de agosto)

Se trata de unas fiestas profanas que se vienen celebrando desde el siglo XIX con continuidad, aunque hunden sus raíces en el siglo XVIII. Las concurridas capeas taurinas, donde el toro, animal totémico ligado a la Península Ibérica y después introducido en América, ocupa un símbolo especial que reúne y convoca la fiesta en su expresión máxima.

Los festejos populares taurinos gozan de especial predicamento entre los marchamaleros, que con el paso del tiempo han trasformado aquellas capeas celebradas en artesanales plazas de carros, construidas en la Plaza Mayor, a novilladas y corridas de toros revestidas de la seriedad requerida pero no exentas de las celebraciones que deben acompañar estos espectáculos.

Así, la Feria Taurina de Marchamalo fue sumando días de celebración, siendo actualmente cuatro, en el que se agrupan una gran cantidad de actividades mucho más allá de lo que tiene que ver con el mundo del toro, con encuentros musicales, culturales, lúdicos y deportivos surgidos de la iniciativa popular de los marchamaleros, lo que lleva a que el ambiente festivo se prolongue hasta una semana completa.

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Navidad y Noche de Reyes (25 de diciembre y 5 de enero)

La celebración de la Navidad en Marchamalo hunde sus raíces en los orígenes primigenios del cristianismo, aunque las actividades públicas y populares más reconocibles datan de las últimas décadas, durante las cuales los actos culturales y lúdicos promocionados por los marchamaleros han ido creciendo y multiplicándose.

Cabe destacar la Cabalgada de Reyes que se celebra la noche previa a la festividad de Reyes, tradición profundamente española que conmemora la llegada de los Tres Sabios de Oriente al Portal de Belén. La desinteresada e intensa participación de los marchamaleros en la conmemoración de esta actividad la ha convertido en un importante reclamo cultural y tradicional.

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