QUIENES SIGUIERON TRABAJANDO

• Gracias a que la prestación de determinados servicios se estableció como esencial para que nuestro país pudiera seguir funcionando durante el Estado de Alarma a la mayor parte de la sociedad, confinada en sus casas, no le faltó de nada.

• Muchos trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia, empresas y comercios tuvieron que seguir trabajando y abriendo sus puertas al público para atender las necesidades más básicas de la población en unas condiciones de incertidumbre, desabastecimiento de materiales de protección y tensión que hacían todo terriblemente complicado. Determinadas fábricas, los transportistas, los supermercados, las tiendas de alimentación, las farmacias y los estancos siguieron funcionando gracias a que sus empelados y todas las personas que hacen posible la cadena de suministro siguieron trabajando. Gracias a todos ellos la mayoría pudo quedarse a salvo en sus casas.

• A estas personas también se les ayudó desde Marchamalo con lo que los gallardos tenían en su mano, fabricar mascarillas, que fueron entregadas en supermercados, tiendas, y empresas que pidieron ayuda para ofrecer más seguridad a sus trabajadores.

 

REPARTIDORES DE MATERIALES

• En marzo de 2020, de un día para otro, nos vimos de repente confinados en nuestras casas con el propósito de permanecer a salvo evitando en lo posible la propagación masiva de esta nueva enfermedad entre la población. Aquello supuso infinidad de problemas y especiales dificultades para quienes necesitaban de ayuda externa para poder atender sus necesidades más elementales.

• En Marchamalo muchas personas colaboraron durante los meses más duros del con­finamiento para que a nadie le faltaran alimentos en casa, medicinas para sus dolencias o libros para poder seguir estudiando. Protección Civil realizó una labor especialmente destacada, repartiendo las comidas que seguía preparando el personal de cocina del Centro de Mayores para atender a quienes viven solos y tiene dificultades, haciéndoles llegar medicamentos, y ayudando en su labor a los Servicios.

• Y también fue digno de encomio el trabajo que hicieron grupos de voluntarios que colaboraron en el reparto de mascarillas y de libros de texto, preparando paquetes individuales y asegurándose de que cada niño y niña de Marchamalo recibía el que le correspondía, incluida su ración de comida del comedor escolar.

 

PERSONAL SANITARIO

• Ellos y ellas han sido los auténticos héroes y heroínas de esta época de inesperada pandemia. El personal de la Sanidad Pública de nuestro país se enfrentó cara a cara a lo desconocido, a una enfermedad nueva que podía estar en cualquier parte y atacar a cualquier persona con virulencia.

• La gran mayoría de las personas que trabajan en los servicios de salud pública han acabado contrayendo esta nueva enfermedad de nuestro tiempo, bien antes o bien después, y a algunos también les alcanzó la muerte. Personal de enfermería, de medicina, de administración, o personal de asistencia sanitaria, asistiendo a domicilio, en los hospitales o en los centros de atención primaria. Permanecieron siempre al pie del cañón, incluso después de meses sin descanso, para ayudarnos, para cuidarnos, para sanarnos, para intentar protegernos ante la enfermedad y lo desconocido.

• Fueron nuestra luz en la oscuridad, la única esperanza a la que asirnos.

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